La enseñanza de la flauta dulce en el Colegio Waldorf Giordano Bruno

La enseñanza de la flauta dulce en el Colegio Waldorf Giordano Bruno

Charla y concierto
Segundo día de actividades del IV Encuentro de Flautas Dulces


Ante un impresionado público se presentó un ensamble de flautas dulces en manos de 16 niñ@s de 13 a 14 años, en el auditorio del Instituto de Música de la Universidad Alberto Hurtado. Un semicírculo de flautas bajo, tenor, alto, soprano y sopranino interpretó el  Corcertino de Eberhard Werdin, con tal sensibilidad, excelencia y virtuosismo en roles solísticos, que sobrecogieron a una audiencia formada por estudiantes de música y profesores universitarios.



Se trata del octavo año del Colegio Waldorf Giordano Bruno,  dirigido por la Profesora de flauta dulce Macarena Infanta, quién en una ponencia relató cómo es la vida musical al interior del Colegio Waldorf Giordano Bruno y enunció algunos de sus fundamentos.
En la pedagogía Waldorf que tiene su base en la antroposofía, según expuso la profesora, se respeta el desarrollo del ser humano a través de ciclos de 7 años llamados septenios. En el primer septenio es más presente el hacer por sobre el intelecto, el niño es un espejo de su entorno y su incorporación a él será a través de la imitación. En este periodo cantan con su profesora  de kínder canciones infantiles tradicionales y canciones pentatónicas. Al comenzar el segundo septenio (primero y segundo básico) los niños continúan con música pentáfona y se incorpora  la flauta pentatónica modelo choroy. Hasta tercero básico canto y flauta son aprendidos por imitación sin teorizar el proceso nombrando notas o ritmos.  Durante el segundo septenio (educación básica) el niño está inmerso en la vida del sentimiento. El arte es predominante en la enseñanza. En este periodo los niños tocan flauta como parte del rito para comenzar el día.

Según la visión de la pedagogía waldorf, en cada ser existe un temperamento predominante que encuentra contención y un canal expresivo en la música, de esta forma en el tercer año de enseñanza básica,  le es otorgado a cada niño un instrumento que puede ser cello, piano, flauta dulce o violín de acuerdo a un temperamento: colérico, sanguíneo, melancólico o flemático. Por ejemplo, un niño melancólico puede expresar sentimientos tristes o su natural meticulosidad en el violín; aquel que cuenta con gran energía para conducir sus acciones y un genio inflamable es un niño colérico y se expresa bien a través del piano o el cello; el inquieto, vivaz y alegre niño sanguíneo toca flauta dulce y el niño parsimonioso, sereno y estable se le asigna el piano correspondiendo al temperamento flemático.  Tendrán clases de instrumento dos veces a la semana hasta el octavo año.

Una de las preguntas de la concurrencia fue: ¿Qué pasa si a un niño no le gusta el instrumento asignado? En ese caso, refirió Macarena, no es absoluto, se reflexiona y se buscan ajustes, cambios si es necesario. Un colegio Waldorf no tiene evaluaciones, nadie repite de curso, el conocimiento se adquiere por motivación no por la obligación de una nota.

El Colegio Giordano Bruno cuenta con un ensamble de flautas dulces formado por niños que tienen la flauta dulce como instrumento principal y además las agrupaciones correspondientes a los cursos, tal como la agrupación que se presentó en el pasado encuentro, en donde cellistas, pianistas, violinistas y flautistas (estos últimos con roles solistas) integran el ensamble de flautas dulces del octavo año.


Cabe señalar que si el nivel flautístico del curso es alto, podemos imaginar que el ensamble de flauta principal es prominente. Sin embargo aclara la ponente, no se busca la competitividad sino que la fluidez y un cotidiano donde la música sea parte de las vidas de los niños. En los recreos  los niños disfrutan del compartir sus músicas a diario entre ellos y alcanzan destrezas técnicas con naturalidad, subraya Macarena Infanta. Es así como el lenguaje musical de diversas épocas, estilos, timbres instrumentales y complejidades se hace parte del entorno del colegio, con el apoyo y acuerdo de la comunidad de profesores y de padres.




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